Declaración pública de gremios de Sofofa: Un nuevo motor para la economía nacional

Camara Comercio Valdivia

sábado, Jun 30

Los representantes de gremios empresariales de SOFOFA de todas las regiones de Chile nos reunimos una vez más para acordar una visión de país que nos permita recuperar el dinamismo de nuestra economía y el liderazgo en la región. Necesitamos alcanzar acuerdos transversales que lleven al emprendimiento y la actividad empresarial a ser el motor que lidere de manera más decidida el crecimiento, la inversión, la competitividad y el empleo. Un motor que impulse el dinamismo de la economía para generar oportunidades de progreso para todos y hacer de Chile un país más desarrollado, moderno e inclusivo.

Los gremios regionales de SOFOFA concordamos en que el principal problema que enfrentamos actualmente para dinamizar la economía son las complejidades regulatorias que debemos resolver diariamente en nuestras actividades empresariales, siendo la principal y más crítica, el grado de complejidad y actual carga impositiva de nuestro sistema tributario. Por ello, llamamos a nuestras autoridades y representantes a enfrentar con decisión el desafío de cerrar la brecha de competitividad con el resto del mundo que tenemos en impuestos a las empresas, y a discutir, en forma participativa, tanto propuestas de simplificación como de integración del sistema, revisión de exenciones existentes y regímenes especiales y tasas de impuestos. Mantener un sistema como el actual sólo impedirá que nuevas empresas lideren la recuperación del dinamismo que necesita nuestra economía.

Necesitamos entonces un sistema tributario que posibilite e impulse en el corto, mediano y largo plazo el crecimiento de las empresas pequeñas, el ingreso de nuevas empresas al mercado para competir con las existentes, la adaptación de estas para responder, el posicionamiento de Chile en el mundo como destino preferente de inversión, de capitales de riesgo y de HUB para América Latina de negocios globales y de innovación, la expansión de las empresas regionales al mercado nacional y a nuevos mercados mundiales.

Todos estos procesos dinámicos, tienen como fuente principal de capital la reinversión de utilidades.  Utilidades que son grabadas por el impuesto a las empresas.  Utilidades que se transforman en capital de trabajo a través del pago oportuno de clientes a proveedores.  Por esto junto con un sistema tributario más simple y competitivo, también promovemos un acuerdo marco voluntario para el pago oportuno de las grandes empresas nacionales a sus proveedores Pymes. Por que lo que la ley establezca, nunca podrá reemplazar el valor de los acuerdos libres y diversos. 

Con la misma urgencia, debemos simplificar también las complejidades regulatorias y acotar los espacios de discrecionalidad administrativa de las autoridades nacionales y regionales, pues el único riesgo no gestionable que afecta a la inversión y al desarrollo de la actividad empresarial, es la proliferación de criterios de decisión de quienes deben resolver con apego a la ley. Ejemplo de ello es la falta de claridad de la legislación medio ambiental, dónde los actuales espacios de discrecionalidad de las instancias decisivas han impactado sistemática y negativamente la realización de diversos proyectos de inversión especialmente relevantes para el desarrollo de nuestras regiones. Igualmente importante es resolver las complejidades e ineficiencias de nuestro sistema de capacitación y de nuestra legislación laboral, pues todo emprendimiento, pequeño o grande, regional, nacional o internacional, pone en la ecuación la simpleza, certeza y claridad de regulaciones como éstas al momento de comprometer en el largo plazo su esfuerzo y capital.

Hacer de la actividad empresarial un motor que impulse el dinamismo de la economía es una tarea compartida entre empresas, gobierno y sociedad civil, y requiere de un marco de colaboración público-privado multisectorial en todos los niveles territoriales: nacional, regional, comunal y local. El cierre de la fábrica de contenedores de Maersk, dejando 1.200 personas sin trabajo, después de haber invertido hace tan sólo 3 año US$ 250 millones, es un recordatorio de la importancia de hacer hoy un esfuerzo público privado para volver a hacer de Chile una economía dinámica, competitiva y productiva.

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